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La incertidumbre como constante: Los proyectos no fallan por falta de planeación

  • SYSTEC
  • hace 3 días
  • 2 Min. de lectura

La incertidumbre en proyectos ha sido históricamente tratada como un problema dentro de los proyectos. Se percibe como algo que debe eliminarse mediante una planificación de proyectos detallada, cronogramas rígidos y presupuestos cerrados. Sin embargo, la experiencia y diversos estudios demuestran una realidad distinta. La incertidumbre no desaparece con la planeación, simplemente cambia de forma.


En este contexto, es importante distinguir entre planear y gestionar. Planear implica definir objetivos, tiempos, costos y alcances con base en la información disponible en un momento específico. Gestionar la incertidumbre, en cambio, significa reconocer que esa información puede cambiar y que los supuestos iniciales no siempre se cumplen. Aquí es donde la gestión de riesgos en proyectos adquiere un papel estratégico.


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De acuerdo con el Project Management Institute, el liderazgo en gestión de proyectos exige hoy la capacidad de adaptarse al cambio, tomar decisiones informadas en escenarios inciertos y fortalecer la colaboración de los equipos y de las partes interesadas del proyecto. Esto revela una verdad clave: muchos proyectos no fallan por falta de planeación, sino por una gestión del riesgo insuficiente.



Pero si la mayoría de los proyectos sí se planean, ¿Por qué tantos siguen fracasando?

La respuesta suele encontrarse en cómo entendemos el riesgo. Tradicionalmente, el riesgo en proyectos se asocia con variables visibles como retrasos, sobrecostos o cambios de alcance. Estos riesgos son importantes y relativamente fáciles de identificar. Sin embargo, existen otros riesgos menos evidentes que influyen de forma silenciosa, pero profunda en el éxito de los proyectos.


Entre los riesgos visibles más comunes se encuentran:


  • Incumplimiento de fechas de entrega.

  • Incrementos no previstos en costos.

  • Cambios constantes en el alcance del proyecto.


Por otro lado, los riesgos silenciosos suelen pasar desapercibidos durante la planeación inicial, pero acumulan impacto conforme avanza el proyecto. Algunos ejemplos son:


  • Dependencias mal definidas entre áreas o proveedores.

  • Supuestos irreales sobre tiempos o recursos.

  • Falta de comunicación efectiva entre las partes interesadas del proyecto.


El CHAOS Report, elaborado por The Standish Group, es uno de los estudios más citados sobre el desempeño de proyectos y analiza por qué tantos no cumplen sus objetivos, revelando que los principales problemas suelen estar relacionados con la gestión y no con la tecnología.


Cuando la incertidumbre no se gestiona de forma activa, su impacto va más allá de los indicadores tradicionales. La falta de una cultura de gestión del riesgo suele generar desgaste del equipo, decisiones reactivas y pérdida de confianza.


En escenarios más complejos, la incertidumbre puede escalar hacia eventos de alto impacto, conocidos como cisnes negros. Estos eventos refuerzan la importancia de integrar la toma de decisiones en proyectos como parte central de la gestión del riesgo.


Adoptar una visión madura de la gestión de riesgos en proyectos permite evaluar escenarios, revisar supuestos y ajustar prioridades de forma estratégica.


Gestionar la incertidumbre no significa aceptar el caos, sino fortalecer la capacidad de respuesta ante el cambio. Este enfoque mejora de manera directa el éxito de los proyectos y la sostenibilidad de las organizaciones.


Si deseas profundizar en estos temas y fortalecer tu enfoque de liderazgo en gestión de proyectos, te invitamos a visitar nuestra página web SYSTEC Construction y conocer más contenidos especializados.

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